Respuesta del Gran Jefe Seattle I.

      Después de leer la carta del Jefe Seattle, redacta una respuesta desde el futuro hacia el pasado, contando tu opinión sobre sus palabras, considerando el mundo actual.

Salamanca, a 20 de junio de 2011

Estimado Gran Jefe Seattle:

Le escribo con motivo de la respuesta que escribió al presidente Franklin Pierce, hace ya bastantes años. Seguro que no se sorprende si le digo que tenía usted razón.

En su carta a Pierce, lanzaba a EE.UU. una serie de condiciones que debían cumplir los hombres blancos en el caso de que ustedes, los pieles rojas, aceptasen la venta de su territorio. Fueron varios los objetivos que debían cumplir los hombres blancos, pero se podrían resumir en uno sólo: cuidar y amar la naturaleza como si el cielo, el sol, la tierra, los animales y las plantas fueran hermanos del hombre.

En su carta, daba sólidos argumentos de por qué es necesario cumplir estas normas.

Y, aunque aquellas explicaciones siguen teniendo valor y sentido hoy en día, no se ha cumplido con los objetivos que usted mandó a cambio de la venta del territorio.

No sólo no se han cumplido en cuanto a que no se ha tratado a la Tierra como nuestra madre, al río como nuestro hermano y a los animales como nuestra familia; de hecho, lo que el hombre blanco ha logrado en pocos años es eliminar miles de especies vivas de la faz de la tierra, contaminar los ríos y seguir con la sobreexplotación de los recursos que la madre naturaleza nos ofrece para las generaciones futuras.

Y por supuesto, usted tenía razón y estas catástrofes que hemos provocado, nos han repercutido a nosotros. De tal modo que actualmente en el mundo hay más hambre, menos bosques naturales, menos agua potable, cada día menos fauna y menos flora  (los recursos naturales se agotan y vivimos de prestado) y continuará irremediablemente hasta que el ser humano deje de existir; si no hacemos nada para remediar los daños que hemos causa en nuestro planeta.

Quizás ahora que las temperaturas suben, los casquetes polares se derriten y dentro de unos pocos de años haya ciudades que desaparecerán bajo el mar, menos esperanza de vida a causa de las radiaciones solares y enfermedades relacionadas con la piel; quizás en esos momentos nos daremos cuenta de el error que supuso no hacer caso de sus palabras, cargadas de sabiduría y prudencia.

Reconociéndome en nombre del hombre blanco como responsable de esta situación y arrepentida de no haber tomado en serio sus sabios consejos:

Fdo. María González Santamarta