06 junio 2011

La isla de las flores.

La isla de las flores es un pequeño documental que Carmen dejó publicado en la plataforma virtual Moodle y que me ha llamado la atención; por lo que voy a hacer un breve comentario sobre este cortometraje, con el fin de que os animeis a verlo.
Aunque su contenido son casi 13 minutos de entretenimiento y con el tiempo la historia se vuelve más humorística e ingeniosa, el significado que esconde esta proyección es mucho más importante y tenemos que verlo desde una perspectiva mucho más seria, intentando darnos cuenta de la verdadera intención del documental.


 Generalizando, cuenta la historia entrelazada de unos tomates, unos cerdos y algunas personas, entre ellas la srta. Anette (vendedora de perfumes y madre de familia), el señor Suzuki (un japonés que cultiva tomates en su huerta) y un grupo de pobres que viven en La isla de las flores (un vertedero de Brasil).

El propósito final del cortometraje (además de entretener al público, cosa que consigue con creces, pues es un vídeo muy entretenido), es dar a conocer la situación en la que están viviendo muchas personas en lugares tales como el vertedero de La isla de las flores, donde no se conoce la existencia de derechos fundamentales de las personas, y donde a los cerdos se les trata con preferencia respecto a estos brasileños.
Tenemos que mentalizarnos de que esta situación conlleva varios aspectos negativos.
  • El primero de todos es la horrible situación en la que viven estas personas. Las mujeres y los niños tienen cinco minutos diarios para escarbar en los montones de basura y coger todo aquello que pueda ser digno de llevarse a la boca. Realmente, no hay nada digno de comer, ya que incluso la basura en la que buscan ha sido rechazada como comida para un grupo de cerdos. Es decir, se antepone la vida de los cerdos (que suponen beneficios económicos para el dueño) a la vida de los hambrientos.
  • El segundo aspecto negativo del que puedo hablar es el problema medioambiental que supone el almacenamiento y el acumule de basura en superficies tan amplias, que producen contaminación ambiental y problemas de salud (enfermedades, mal olor...) que pueden afectar (y que lo hacen) a la población, a la fauna y a la flora que conviven en la zona en la que se ha instalado el vertedero. Realmente ocasionamos muchos residuos que nos sabemos qué hacer con ellos después.
Aunque es importante darnos cuenta y conocer situaciones como ésta, tenemos que parar de alguna forma (o frenar cuando menos) su avance.
¿De dónde emerge el problema al que hacemos frente? Si hablamos del problema de la contaminación, no hay duda de que se trata del exceso de basuras que acumulamos.
Es ahí donde tenemos que intentar cambiar la situación, y es algo a lo que el documental también hace referencia (cuando la srta. Anette tira el tomate estropeado a la basura. Quizás debería haberle dado otro uso, como por ejemplo, para la alimentación de la mascota de la casa, si hubiese). Utilizamos muchas cosas que con frecuencia deshechamos rápidamente y que esto produce muchísimos residuos con los que no sabemos qué hacer después, una vez tirados a la basura.
Pero si hablamos de la escasa calidad de vida en la que se encuentran algunas personas, debemos ir a un tema social, ético y moral.
Se puede ayudar a esta población que lo necesita, aunque parezca imposible.
Y con pequeños gestos, contribuir a poner en práctica los derechos del ser humano en lugares donde se desconocen totalmente.
Os animo a todos a mirar el documental del que os he hablado en este artículo, porque seguro que no os deja indiferentes conocer un poquito más el ciclo del que se habla en el cortometraje. Que lo disfruteís.

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